Artrodesis cervical
¿Qué es la artrodesis cervical?
La artrodesis lumbar es una cirugía que se realiza en la columna vertebral cervical para fusionar dos o más vértebras y limitar el movimiento entre ellas. Esta cirugía se aconseja para tratar patologías o condiciones de columna severas que comprometen la estabilidad de la columna vertebral como deformidades, fracturas, enfermedades degenerativas u otras dolencias que causan inestabilidad y dolor.
La columna cervical, está ubicada entre la base del cráneo y la columna torácica y está compuesta por 7 vértebras: C1 (), C2()… hasta C7. Su tamaño es más reducido que el resto de vértebras y su principal función, además de proteger la médula espinal, es dar movilidad y soporte al cráneo.
¿En qué consiste la artrodesis cervical?
La artrodesis cervical consiste en fusionar dos o más vértebras en la zona cervical de manera permanente, estabilizándolas y consiguiendo que no haya movimiento entre ellas. Esto se logra mediante la colocación de tornillos, cajas y/o placas (habitualmente hechas de aleaciones de titanio) que estabilizan la columna vertebral y permiten que las vértebras fusionen. También suele utilizarse injerto óseo (del propio paciente, donante o hueso sintético) para reforzar y optimizar la fusión.
La artrodesis cervical, puede realizarse a través de diferentes técnicas y vías de abordaje, en función de la ubicación de las vértebras a tratar, número y severidad de la lesión/patología.
Las técnicas más habituales para realizar una artrodesis cervical son dos:
- Artrodesis cervical anterior: esta técnica supone un abordaje poco invasivo. Durante la cirugía, se realiza una incisión de 4-5 cm en la parte lateral anterior del cuello, se retira el disco deteriorado y se descomprime la médula en caso de hernia discal o compromiso de la misma. Si fuera necesario, el espacio liberado se rellenaría con injerto óseo y se colocaría una placa atornillada para garantizar la fusión de los discos vertebrales.
- Artrodesis cervical posterior: se trata de un abordaje algo más agresivo. Con incisión longitudinal (4-5 cm) practicada en la parte posterior del cuello, se aborda la columna cervical por su parte trasera implantando material metálico de fijación (habitualmente placas y tornillos de titanio) en los fragmentos laterales de las vértebras, a la vez que se rellenan los espacios libres con injerto óseo para consolidar la fusión vertebral.
¿En qué casos/patologías está indicada?
Su cirujano experto en patología cervical valorará de manera individualizada la indicación de este procedimiento atendiendo a la patología, síntomas y características del paciente. Por lo general, la artrodesis cervical puede estar indicada en los siguientes casos:
- Estenosis de canal cervical: es el estrechamiento del canal espinal que puede comprimir las raíces nerviosas y causar dolor y debilidad en las piernas. Si el tratamiento conservador no es efectivo, la fusión de vértebras cervicales puede ser considerada para aliviar los síntomas.
- Espondilolistesis cervical: La espondilolistesis es el desplazamiento de una vértebra sobre la adyacente. Si los síntomas son graves o si la condición no responde a tratamientos conservadores, la artrodesis cervical puede ser una opción para estabilizar la columna y reducir la presión sobre los nervios.
- Espondilólisis: La espondilólisis es una fractura en una parte específica de una vértebra. Si no se logra una curación adecuada o si hay inestabilidad en la columna debido a esta condición, la artrodesis cervical puede ser necesaria para proporcionar estabilidad.
- Hernia discal recurrente: Si una hernia discal vuelve a aparecer después de un tratamiento conservador o de una cirugía previa, fusionar las vértebras cervicales puede ser considerada para estabilizar la columna y aliviar el dolor.
- Degeneración discal: La artrodesis cervical puede ser recomendada cuando hay un desgaste significativo de los discos intervertebrales, lo cual puede causar dolor crónico y limitaciones funcionales.
- Fracturas vertebrales: por traumatismo o patología degenerativa cervical.
- Tumores vertebrales
¿Cuánto dura la cirugía?
La cirugía de artrodesis lumbar se realiza bajo anestesia general y puede durar entre 2 y 4 horas, dependiendo del número de vértebras que se vayan a fusionar y de la complejidad del caso.
¿Cómo es el postoperatorio en el hospital y en casa?
Después de la cirugía, el paciente debe permanecer en el hospital entre 3 y 5 días de media para controlar su dolor y su recuperación. Habitualmente el paciente permanece en observación en cuidados intensivos las primeras 24 horas postoperatorias, pasando después a planta donde realizará la rehabilitación postoperatoria de la mano de los fisioterapeutas. En la mayoría de casos, el paciente deberá usar un collarín cervical durante unos días (o semanas, según le indique su cirujano) para ayudar a estabilizar la columna y facilitar la fusión de las vértebras.
¿Cuáles son los principales riesgos?
Los principales riesgos asociados con la artrodesis lumbar incluyen infección, sangrado, lesión nerviosa, dolor crónico, pseudoartrosis (falta de unión de las vértebras fusionadas), y complicaciones relacionadas con la anestesia.
¿Qué limitaciones tendrá el paciente a medio plazo?
Después de la cirugía, el paciente puede experimentar dolor y rigidez en la zona cervical durante varias semanas y deberá evitar actividad física de intensidad y de impacto o levantar objetos pesados.
Acudirá a controles periódicos durante los tres meses de postoperatorio en los cuales se realizará control radiológico para comprobar la adecuada colocación de los implantes y progreso de la fusión.
Es importante que el paciente siga las recomendaciones de su cirujano y fisioterapeuta para asegurar una recuperación exitosa.