Estenosis de canal. Hasta el 10% de las personas de más de 65 años presentan sintomatología debido a esta condición
La columna lumbar está constituida por 5 vértebras y sus respectivos discos intervertebrales. Conecta el esqueleto humano con la pelvis, ofrece la mayor parte de la movilidad del tronco, permite estar de pie, y aguanta la carga diaria del ser humano. Así, es la parte de la columna que más sufre el paso del tiempo.
Los estudios poblacionales han demostrado que a partir de los 65 años y debido a un proceso degenerativo propio de la edad, alrededor de un 40% de personas puede tener alguna forma de estenosis de canal lumbar, evidente por resonancia magnética. Ésta consiste en un estrechamiento del conducto raquídeo -estenosis- que puede causar presión sobre los elementos neurológicos en su interior, en particular sobre los nervios que inervan las extremidades inferiores. Afortunadamente, sin embargo, sólo una cuarta parte de la población con estenosis radiológica acaba desarrollando sintomatología debido a esta enfermedad.
Problemas comunes y síntomas
Los más comunes son los problemas para caminar distancias; o sufrir dolor, hormigueo o entumecimiento en las piernas. Es interesante saber que uno de los síntomas indicativos de esta patología es el alivio que siente el paciente al inclinarse hacia delante, ampliando así de manera natural el diámetro de su canal, y reduciendo la presión sobre las raíces nerviosas.
Tratamiento de la estenosis lumbar
Habitualmente, los síntomas se pueden tratar con buenos hábitos de vida como ejercicio para fortalecer los músculos de la columna, mantener un peso saludable, o no fumar.
Estos hábitos podrían necesitar de fisioterapia, infiltraciones, medicación u otras modalidades de tratamientos no invasivos. Pero en algunos casos, y cuando la enfermedad está más avanzada -produciendo mucho dolor y alterando de manera significativa e irreversible la calidad de vida del paciente-, será recomendable una cirugía.
La cirugía, en general, electiva, pues las personas con estenosis de canal no suelen presentar déficits neurológicos y su capacidad de tolerar el dolor es muy variable. Raras veces el paciente se queda limitado a una silla de ruedas por sus síntomas.
Pero hay que saber que un 20% puede presentar una estenosis cervical, que de desembocar en una mielopatía, sí podría reunir consecuencias graves sobre la capacidad motora y la coordinación.
La estenosis de canal lumbar es la cirugía de columna más frecuente entre personas de edad avanzada.
Hasta un 20-30% de todos los pacientes con estenosis clínicamente manifiesta y, que consultan por ella, acaban necesitando una cirugía por la persistencia de sus síntomas, así como por las limitaciones funcionales que éstos les generan.
¿En qué consiste la cirugía?
La operación consiste en una ampliación del canal espinal para descomprimir los nervios.
Es una operación muy segura, y su duración no suele ser superior a una hora. Lo más frecuente es practicarla con un abordaje posterior, de la forma menos invasiva posible, a veces incluso de manera microscópica. En algunos casos, sin embargo, será necesario además proceder a la fijación de algunas vértebras para asegurar la estabilización de la columna. De ser así, el post-operatorio puede ser más largo.
Sea cual sea la circunstancia, en BSI consideramos que lo fundamental es establecer el equilibrio más apropiado entre la agresividad quirúrgica -por poco invasiva que sea- y la patología ante la que nos encontramos, teniendo en cuenta siempre la peculiaridad de cada paciente.
Objetivos BSI
- Nuestro objetivo, siempre, es doble. Por un lado, la mejor adecuación en la indicación.
Una proporción muy importante de personas con dolor lumbar suele presentar una estenosis en las pruebas radiológicas, por ejemplo, sin que haya habido una presentación clínica de la misma.
La claudicación de la marcha también puede ser debida a otras patologías coexistentes como -por citar algunas-, un trastorno de riego sanguíneo a las piernas debido a una patología vascular; o una alteración de la función de los nervios debida a trastornos metabólicos, como sería la diabetes. Por tanto, el diagnóstico, un buen diagnóstico, es clave. Y pruebas como una radiografía, una resonancia o un TAC indicarán el estrechamiento producido en el canal de la columna, pero se tienen que combinar con una buena valoración del paciente en su conjunto.
- Por otra parte, nuestra otra prioridad es dar al paciente una atención diferenciada y de calidad.
A este efecto establecemos un abordaje multifacetario, que comienza por opciones alternativas a la cirugía siempre que sea posible, y por un proceso rehabilitador previo. Si hay cirugía, con diferentes abordajes según la patología y la necesidad de cada persona.
Nuestro equipo de expertos dedicado a la columna los lleva a cabo con el fin de disminuir la agresividad quirúrgica y aumentar la seguridad del paciente. También con posterioridad a una intervención, si es que ésta se produce, ofreciendo un acompañamiento global, que incluye el ángulo psicológico. Todos estamos al servicio de la salud de los pacientes.
Cabe decir, sin embargo, que las personas que se operan de estenosis de canal lumbar – al igual que las que se operan de hernia discal- ven aumentada de inmediato su calidad de vida de forma radical. En este sentido, es una de las cirugías más agradecidas y seguras que ofrecemos.